Fundación Internacional Para La Educación Holista
Maestría Y Doctorado En
Educación Holista
Educación Holista Y Espiritualidad
Adelina Gutiérrez Montoya,
Fundación
Internacional Para La Educación Holista
Maestría Y Doctorado en Educación Holista
Guadalajara,
Jalisco 2012
El entusiasmo de algunos,
el escepticismo de muchos, la obligación
de otros tantos y así inicio el primer
semestre, donde la tolerancia fue de un ir y venir, iniciamos 62 compañeros,
amigos algunos, compañeros todos. El entusiasmo de ese primer viaje, conocer al
Dr. Ramón Gallegos Nava, vislumbrar una actitud de vida donde la espiritualidad sea el timón de esa
embarcación que estaba pasando por una tormenta, hacia 2 años que me había
divorciado y aun no tenía aceptación menos sosiego. Yo veía la maestría como
una alternativa para mi vida, sin embargo no fue fácil de manera interna, la
razón atacaba y el corazón sosegaba.
Ahora hablare
exclusivamente de mí, que pasaba conmigo, que percibía, que sentía en mi
cuerpo, en mí mente y en mi espíritu. Todo estuvo muy bien hasta que llego un
trabajo sobre el Buda, sentí que la maestría estaba encaminada a ganar adeptos
para el budismo, Yo me siento muy agradecida y tranquila con mis creencias
religiosas, por lo que se genero dentro de mí una pequeña tormenta, lo comente
con el Dr. Ramón Gallegos y no paso nada, no existía razón alguna para que yo
me angustiara.
Considero que antes de
iniciar esta maestría, por necesidad tenia un camino recorrido en la búsqueda
hacia mi interior, por lo que me fue fácil aceptar esta nueva pedagogía
educativa que iba a ayudarme a encontrarme conmigo misma.
La educación holista me ha
dado un despertar a la conciencia, que al principio con mi soberbia, pensaba
que ya tenia, antes de iniciar la maestría había leído a algunos filósofos solo
como cultura general y aquí es donde me quiero permitir retomar algunos trozos
de la filosofía perenne.
Cuando sentimos que la vida común y corriente es rica y profunda y que
es suficiente por sí misma, para sentirnos felices. Desear lo que se tiene es
pensar, obrar y sentir como si la vida corriente fuera sagrada. Algunos
filósofos pueden afirmar que la vida corriente no es inherentemente sagrada,
pero que nosotros la hacemos sagrada al vivirla como tal. La mejor exposición
de que la vida es sagrada es de Huxley en su libro La Filosofía Perenne, cuya
primera edición inglesa apareció en 1945. Lo retomo porque esa es la manera en
que mi formación mecanicista me permite cumplir con esta tarea, que me parece
muy importante, sin embargo difícil. Continuando con el tema según Huxley, la
Filosofía Perenne tiene tres elementos esenciales. En primer lugar, las cosas
corrientes, las vidas corrientes y las mentes corrientes están compuestas de un
material divino. En segundo lugar, en el núcleo de cada cosa viva se encuentra
un trozo de la Realidad divina. En tercer lugar, la tarea más importante de la
persona es descubrir la divinidad de las cosas corrientes, de las vidas
corrientes y de las mentes corrientes y descubrir su identidad con la Realidad
divina. Huxley indica que la exposición más clara de la Filosofía Perenne fue
la que apareció hace 2.500 años en las enseñanzas de Gautama Buda, pero que
desde entonces se ha expresado repetidamente en todas las tradiciones
religiosas y en todas las lenguas importantes de Europa y de Asia, que algunas
hablamos en América.
Como lo describe el Dr. Ramón Gallegos en la integración de la Educación
Holista, la Filosofía perenne contrasta marcadamente con casi todas las ideas
religiosas populares contemporáneas. Según la Filosofía Perenne, la Realidad
divina no tiene por qué hacer nada. Simplemente, está allí. No necesariamente
libra del peligro a un avión o hace que otros se estrellen. No necesariamente
creó el universo ni lo sustenta. Según la Filosofía Perenne, la vida después de
la muerte es una cuestión sin importancia. La cuestión esencial es si
llegaremos alguna vez a estar plenamente vivos antes de morir.
Yo como persona acostumbrada a la religión popular contemporánea podría
dudar del valor de una religión basada en la Filosofía Perenne. Algunas
personas dicen: "¿De qué sirve un Dios así? ¿De qué sirve un Dios que no
hace nada?" esta pregunta surge de un mal entendimiento de lo que
significa "la Realidad divina", como la llama Huxley. Podría llamarse
de muchos otros modos. El Buda habló de "lo Absoluto" o de "lo
No Nacido". Podríamos utilizar el término "Ser Supremo". En las
escrituras hebreas la deidad se designa con un nombre compuesto únicamente de
letras mudas. Y, naturalmente, siempre podemos contar con el nombre tradicional
"Dios". Seguramente sea propio de la naturaleza humana concebir a la
Realidad divina como un ser que de algún modo tiene forma humana y
funcionamiento humano, como si la realidad divina fuera un rey o un padre
infinitamente poderoso y lleno de amor. En realidad, yo mismo caigo en ello. No
es casual que en el Cristianismo, en el judaísmo y en otras religiones se llame
con tanta frecuencia a la Realidad divina "Rey de Reyes", "el
Señor" y "Padre nuestro", aparte de los nombres "Madre
Divina", "Madre Naturaleza" y otros nombres similares que se
aplican a las diosas, en mi religión yo lo llamo Dios.
Soy de las personas que sigo concibiendo de este modo a la Realidad
divina, pero debo señalar que acepto la concepción de la filosofía perenne. Los
buenos padres y los buenos reyes nos protegen e intentan concedernos al menos
algunos de nuestros deseos. Cuando nos imaginamos que la realidad divina tiene
una naturaleza similar, podemos llegar fácilmente a pasarnos la vida entera
esperando que la Realidad divina nos gratifique del mismo modo. Así, el natural
impulso religioso humano puede llevarnos a pasar la vida entera preocupados por
el deseo de Más y a sufrir en consecuencia. sin embargo existen otras maneras de concebir la Realidad
divina. Estas otras maneras tienden a fomentar la renuncia más que el deseo.
Tienden a movernos a desear lo que tenemos.
La filosofía de desear lo que tenemos se apoya en el supuesto de que en
el mundo existe belleza, significado, verdad, amor y misterio en todas las
ocasiones y bajo todas las circunstancias, aunque a veces sea difícil percibir
estas cosas, o incluso imaginarlas. La
belleza, el significado, la verdad, el amor y el misterio no se limitan a
añadir sus respectivas cuotas de bondad a la vida. El todo es mucho mayor que
la suma de sus partes, aquí entra concepción de la espiral dinámica en el
desarrollo de la conciencia.
El Dr. Ramón Gallegos señala que, la belleza, más el significado, más la
verdad, más el amor, más el misterio, equivalen a algo imponente, sin nombre e
inconcebible. A ese algo podríamos llamarlo Realidad divina. Cuando yo me
imagino a la Realidad divina, veo la mano derecha de una figura humana inmensa
y reluciente. Los dedos de la mano son la belleza, el significado, la verdad,
el amor y el misterio. Me imagino que sus otros dedos, sus otros miembros, sus
órganos internos y su rostro son fuerzas igualmente importantes, pero que yo no
puedo nombrarlas ni concebirlas.
Lo que representa la gran figura reluciente es la Realidad divina tal
como la reconoce la Filosofía Perenne. Este concepto de la Realidad divina me
mueve a desear lo que tengo y a amar lo que tengo.
Con todo lo anterior he aprendido a apreciar el valor de una Realidad
divina que no se ocupa de las cuestiones humanas como lo haría un buen rey o un
buen padre. A veces me pregunto: ¿Qué valor le puedo dar a una lluvia de
estrellas fugaces, una sinfonía, una buena carcajada, una poesía, el canto de
un pájaro, un acto de amabilidad desinteresada o la sonrisa de mi nieto? Estas cosas
son valiosas porque, de manera callada y persistente, dan significado a mi
vida. No todo el mundo percibe el mensaje de una lluvia de estrellas fugaces o
de una sinfonía, no todo el mundo es capaz de apreciar los actos de amabilidad
desinteresada o las buenas carcajadas. Me considero una persona afortunada porque
soy capaz de apreciar estas cosas y por lo tanto de acuerdo a la filosofía
perenne soy bendita.
Según el Dr. Ramón Gallegos la Realidad divina debe ser conocida
directamente. No es posible explicarla ni describirla. ¿Cómo podríamos
describir una carcajada en un mundo en que no se conociera la risa, o una
sinfonía en un mundo donde no se hubieran inventado todavía la música? No
obstante, muchas personas intuyen la Realidad divina y albergan la esperanza
secreta de conocerla algún día y Yo soy de esas personas.
Después de la filosofía perenne lo que más disfrute fue la lectura de
inteligencia espiritual y educación y espiritualidad,
estos dos libros del Dr. Ramón Gallegos resumen, desde mi opinión lo que es la
educación holista y el desarrollo de la conciencia, educar desde el espíritu,
sería una tarea imposible si no tengo conciencia y desarrollo del mismo, y
educar para el espíritu es un camino que debe estar sustentado en la compasión
y el amor universal.
Como facilitadora del aprendizaje, así me considera con mis estudiantes,
creo que el haber estudiado la maestría me proporciono un valor agregado, que
se vera reflejado en mi quehacer cotidiano académico, como ser humano ya lo he
reflejado en los párrafos anteriores.
Desde estas líneas envío un agradecimiento a todos los maestros que he
tenido en la vida y especialmente a los de esta maestría.
Concluyo este pequeño compartimiento de experiencia de vida con el
principio que nos enseño el Dr. Ramón Gallegos Nava:
“no somos seres humanos que tenemos experiencias espirituales, somos
seres espirituales que estamos teniendo una experiencia humana”
Como dos pájaros
de oro
posados en el
mismo árbol,
el ego y el Ser coexisten.
uno come de los
placeres
y penas de este
mundo,
y el otro,
observa con desapego.
Upanishad
Sinuocidades
Nacer, crecer, morir, ¿Esa es la vida?
Y en ese inicio, proceso y fin, ¿que pasa?
Fui deseada para venir a esta tierra
Fragmento del universo
Sin embargo, no me enseñaron a amarlo
Crecí conociendo cada día
Fragmentos del
cosmos
Sin embargo no me ensañaron a integrarme a El
He vivido, viajado y me he deleitado
Con las bellezas naturales de muchos lugares de mi
país
Y algunos
fuera de El
Sin embargo no había aprendido a cuidarlas
Hoy antes de morir
Puedo decir que conozco el camino
Para amar el universo, integrarme al cosmos,
Cuidar las bellezas naturales de la tierra
A través de la sabiduría transmitida de
La Educación Holista
Conocer el camino y atreverse a caminar en el
Ese es el reto
Antes de morir
Por que al hacerlo jamás moriré
Con afecto y gratitud,
Para el Dr. Ramón Gallegos Nava
De Adelina Gutiérrez Montoya
Adelina Gutiérrez Montoya,
Fundación
Internacional Para La Educación Holista
Maestría Y Doctorado en Educación Holista
Culiacán, Sin.
México 2012
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