Fundación Internacional Para La Educación Holista
Maestría en Educación Holista
Ramón
Gallegos y la Educación Holista en el Mundo
José Arturo Tapia Barraza
Maestría en Educación
Holista
Guadalajara, Jal. México.
2012
Hablar de la obra
editorial del Dr. Ramón Gallegos Nava representa una aventura altamente
enriquecedora ya que implica explayarse en temas de irrefutable actualidad como
son la espiritualidad, el amor universal y la educación holista.
El primer libro,
Educación Holista, efectivamente trata de pedagogía, de holismo y de
amor universal, fundidos para dar respuestas a los grandes problemas actuales
de la humanidad a través de la educación.
La abundante producción que le sucede es una expansión de este germen
que como célula madre va generando células
diferenciadas para la atención específica en ese amor universal que las genera.
Así tenemos ”Diálogos Holistas”, “Sabiduría, Amor y Compasión”, “El Camino de
la Filosofía Perenne”, “El Espíritu de la Educación”, “Una Visión Integral de
la Educación”, “Pedagogía del Amor Universal”, “La Educación del Corazón”,
“Aprender a Ser”, “Educación y Espiritualidad”, “Inteligencia Espiritual” y
“Comunidades de Aprendizaje” La obra escrita del Dr. Ramón Gallegos Nava
es sólo parte de su obra de amor universal, pues no se reduce al discurso escrito y oral sino que va acompañada de acciones.
En los libros
mencionados es reiterativo en cuanto al valor que concede a la educación, pero
entendida ésta como el proceso del
desarrollo integral del ser que incluye el desarrollo de la conciencia, de la
espiritualidad, de las múltiples capacidades humanas, de la razón, de las
percepciones sensoriales, de las emociones.
La visión holista se fortalece con la
lectura de cada uno de sus libros, donde no se trazan fronteras ni barreras
entre lo físico y lo metafísico; entre lo finito y lo infinito; entre la vida
original manifestada a lo largo de unos 20 mil años; entre el Big Bango y el
acontecer galáctico del momento. Fluye la visión en “un despliegue del cosmos”
que en una espiral de desarrollo ascendente – trascendente de la materia, de la
vida, de la esencia conduce a la expresión suprema del Ser.
Sin embargo, este lento y a la vez fugaz
recorrido es cuesta arriba, ascendente, que requiere esfuerzo y visión clara
con el ojo adecuado a cada caso para no decaer en patologías y continuar el
ascenso evolutivo. Ésta es la intención particular de los escritos que se
enfatiza en El Espíritu de la Educación,
en Aprender a Ser y en Comunidades de Aprendizaje.
Los escritos holistas y de amor universal
que nos ocupan no son de lamentaciones sino de razones sobre las causas de
nuestros sufrimientos así como de propuestas viables de parte de cada uno de
nosotros para detener el avance de la destrucción y sanar en lo posible: el
corazón, la mente, el cuerpo de los individuos, la sociedad y el planeta.
La obra del Doctor
Ramón Gallegos Nava nos lleva a la construcción del Paradigma Holista de la
Educación para el Siglo XXI, basado en
el acopio de sabiduría de diferentes culturas y tiempos, incluyendo la
prolífica que se ha generado en los últimos tiempos, de modo que su autor dice,
también reiterativa y honestamente que la Educación Holista debe ser reconocida
como una de las más antiguas y de las más modernas porque integra la sabiduría
de los maestros espirituales, filósofos,
pensadores y científicos de todos los tiempos.
Aparece nuevamente el amor universal
expresado en la filosofía perenne como el espíritu que utiliza el educador
holista como instrumento básico para no caer en reduccionismos, ni en
dogmatismos, ni egoísmos y otras patologías que nos perturban y nos agobian;
antes bien, este instrumento es como un suave soplo que nos envuelve en una
visión de paz, de gratitud a la vida y en una presencia plena de espíritu
energizante para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.
La obra educativa escrita del Dr. Ramón
Gallegos, se reconoce como una de las
principales influencias en el modelo educativo holista , el surgimiento de
nuevos paradigmas sustentados en nuevos descubrimientos y teorías- la de la
relatividad, por ejemplo- que refutaron de “manera contundente” esquemas
materialistas, deterministas, reduccionistas surgidos en los siglos XVII y
XVIII. Con muchas personalidades y
muchas otras no mencionadas aún en este ensayo, ha sostenido diálogos el Dr. Ramon
Gallegos; mismos que han fortalecido el sustento de la educación holista.
Una constante en el discurso del Dr.
Gallegos es el tema de educación integral, necesaria para superar la formación
reduccionista que la escuela mecanicista forjó en los últimos dos siglos,
porque sólo atendía una o unas pocas dimensiones del ser humano y uno o pocos
niveles de totalidad. Y así, el Dr. Ramón Gallegos construye su Modelo Educativo con una Perspectiva
Multinivel y Multidimensión, que da cuenta de la cobertura de las
propuestas educativas de parte de diversos teóricos de la educación, al mismo
tiempo que señala la necesidad de conocer y cuidar el desarrollo del individuo
en sus múltiples dimensiones que él identifica: corporal, emocional, cognitiva,
social, estética y espiritual; lo mismo que los múltiples niveles en donde se
produce el proceso educativo: individual, comunidad, sociedad, planetaria y
universal.
La combinación de los cinco niveles (izquierda a derecha) y de las
seis dimensiones (de abajo hacia arriba) dan lugar a treinta sectores
educativos quedando así el sector corporal-individual en el extremo inferior
izquierdo al que corresponde la ubicación más simple y, en el extremo superior
derecho se ubica el sector espiritual- cósmico que corresponde a la educación
integral a la que se aspira en la educación holista. Se hace necesario aclarar
que cada jerarquía de nivel y de
dimensión se considera incluyente de las que le anteceden. Este modelo reconoce
la aportación de cada educador en los niveles y dimensiones que atiende, aunque
señala que si bien su aporte es necesario, no es suficiente para la atención de
una educación integral. Skinner, por ejemplo, se ocupa del sector
individual-corporal; Vigotsky, del sector social-cognitivo y Montessori,
del sector espiritual- individual.
Los actuales educadores holistas, que
intentan lograr el desarrollo integral
del estudiante tienen el cuidado de que las actividades curriculares que
organizan se ocupen de atender no sólo el desarrollo cognitivo, pues están
ciertos que nuestras potencialidades son
también corporales, emocionales, sociales, estéticas y espirituales y que
además, la bondad del aprendizaje ha de ser para satisfacer las necesidades del
individuo, de la comunidad, de la sociedad, del planeta y del universo. El
modelo educativo con una perspectiva de múltiples dimensiones y niveles orienta hacia una educación integral.
Como se ha expresado anteriormente, dentro
de la problemática educativa que intenta resolverse con la educación holista,
se encuentra la visión fragmentada de lo que es Uno, de lo que es Totalidad. La
fragmentación de la educación que ofrece
el sistema educativo es la que trae como consecuencia la visión fragmentada del
mundo y que nos ha dado el paradigma de la separatividad.
Con esta visión consideramos que lo que le sucede
a nuestro cuerpo no tiene nada que ver, ni con nuestro espíritu, ni con nuestra
mente; que lo que sucede a nuestro vecino de casa o de nuestro país no tiene
por qué afectar nuestra vida y viceversa; que la materia de química que se
enseña nada tiene que ver con la de literatura, ni con la de antropología.
Al descuido o la negación de la educación
del corazón, del desarrollo de la conciencia, del aprendizaje sin significados,
del cultivo de la sabiduría, del amor y compasión -todos ellos componentes
indivisibles de la educación- se deben gran parte de los males que nos causan
sufrimiento. El paradigma de la separatividad dificulta la solidaridad y antes
bien, propicia la discordia.
La escuela que nos ha tocado vivir se ha
ocupado de separar los ámbitos: escolares, familiares, laborales, políticos,
sociales, de recreo, no sólo en su aspecto físico sino en el moral. Para cada
ámbito físico hay un determinado comportamiento, determinada conducta, determinada
moral, determinada máscara.
La formación de individuos (indivisos)
íntegros, no lo ha logrado, porque la orientación ha sido insuficiente. Se ha ignorado, básicamente, la formación de la dimensión espiritual, mientras que el
nivel social apenas ha trascendido al nivel planetario y el nivel cósmico se
ignora por completo.
Ante el auge de la sociedad del
conocimiento, sin el soporte del ojo de la contemplación, despierto y
entrenado, con una conciencia estacionada entre el poder, el mito y la razón -
en el mejor de los casos - el uso del
conocimiento no ha logrado hacernos
mejores personas.
Con estas lecturas holistas podemos
percatarnos de los problemas de la humanidad, participar de las ideas que los
originan y más aún, convencernos de que las propuestas de la educación holista
son adecuadas y que es eso lo que hay que hacer para optar por una prospectiva
amable. Pero... ¿cómo hacerlo? Es la gran pregunta. En todos sus libros sobre
educación holista, el Dr. Ramón Gallegos toca este problema, ya sea
tangencialmente o de manera directa; ya sea respondiendo a la totalidad del
individuo o a la totalidad social o bien circunscribiéndose a la educación holista, dentro del sistema educativo.
La fragmentación en el sistema educativo
puede expresarse como desconexión, de la que nace el aprendizaje sin
significado. A pesar de que desde muchos años atrás se habla de educación
integral ésta no podrá conseguirse
mientras se ignoren sus múltiples niveles y dimensiones; por tanto, se requiere
la capacitación de cuadros que diseminen esta visión y que es parte de la obra
educativa del Dr. Ramón Gallegos. Parte de la formación que se da en este orden
de cuadros es la de convertirse en miembros de comunidades de aprendizaje y de
hacer de cada grupo de clase una comunidad de aprendizaje. Se aspira que más
adelante, se lleguen a formar comunidades de aprendizaje de más altos niveles.
Comunidades de Aprendizaje transformando las
escuelas en comunidades de aprendizaje es el título de otro de los libros que
he disfrutado dentro de mi formación holista. La inatención y acción de
conformar estas comunidades, desarrolla e integra los conceptos holistas en esta tarea específica. “El
proceso de aprendizaje ha de ser en comunidades de aprendizaje que son también
niveles de totalidad”. Los niveles son: el aula, la escuela, la región o
comunidad, las zonas geopolíticas y la individual.
Las comunidades de aprendizaje no deben ser
pensadas como los ámbitos físicos sino como el grupo de personas que lo
conforman; tampoco esos grupos sociales deben pensarse con un predominio de lo
social sobre el individual sino como un equilibrio entre ambos. Se ha de tener
presente que el individuo es la esencia de cualquier construcción social y que
la comunidad, antes de disolver al individuo, lo fortalece. También debemos
cuidarnos de no confundir redes de aprendizaje que pueden ser valiosos apoyos
técnicos; pero no son necesarios para la conformación de una comunidad de
aprendizaje.
Se plantean doce principios comunes a todos
los niveles. Estos principios son los que permiten ir más allá de la calidad
educativa. La calidad educativa, que se centra más que todo en la capacitación
para el mercado laboral y se mide en torno a producción material y de tenencia de instrumentos de apoyo. La
educación es considerada de gran ayuda en la tarea educativa, pero no es
necesaria ni suficiente para alcanzar el desarrollo integral del individuo. Una
educación que no considera al espíritu, para nada puede ser completa.
Cada uno de los principios propios de las
Comunidades de aprendizaje es en sí una
totalidad que es objeto de desarrollo en la obra del Doctor Gallegos. El tema
del diálogo es uno de los núcleos de su discurso, mismo que ha ocupado a
políticos, literatos y a pensadores, a lo largo de la historia por ejemplo a
Platón y a Sócrates en la antigüedad y David Bohn en la actualidad. Cada uno de
ellos le imprime determinados matices, pero en esencia se aplica como un medio
de comunicación y de razonamiento para acercarse a realidad subjetiva.
El Doctor Ramón Gallegos retoma el diálogo
en su discurso holista a la manera de David Bohn: “como una forma de
comunicación que se sale radicalmente de la lógica instrumental de los procesos
lineales y de los valores competitivos” ejemplificando la importancia de
sostener diálogos con nuestros semejantes.
Bohn , en su propuesta de Conciencia Común sugiere que para resolver
nuestros problemas comunes deberíamos comenzar, no por la copa del árbol,
organismos como UNESCO o cúpulas de gobierno, sino por sus mismas raíces,
porque así se explora cómo el
pensamiento es generado y sostenido colectivamente, debemos iniciar nosotros,
uno y cada uno de nosotros y no esperar a que se inicie en las altas esferas.
En el diálogo holista hay que dejar de
reaccionar emocionalmente, poner en suspenso las creencias, o sea, poner en
paréntesis las reacciones, dejar de agredir, externa e internamente; hay que
darnos cuenta de lo que está en nuestra mente y en la mente del otro sin
adelantar juicios ni conclusiones, pues se trata sólo de estar conscientes.
Así, es posible percatarse de la
similitud existente de las dificultades y
los pensamientos contradictorios que surgen en nosotros mismos. Esa
propiocepción nos revelará las raíces
de los problemas propios.
En la práctica del diálogo holista, no con
sus teorías, es cómo podemos llegar a un entendimiento común, a un mejor
acercamiento al conocimiento de las cosas y de los demás.
El diálogo holista es uno de los recursos
más importantes para aprender.
Los diálogos que se viven en una comunidad
de aprendizaje resultan extraordinarios, pues los más elevados valores humanos
despiertan y “la espiritualidad brilla”.
La educación
holista ubica al ser en una supra esfera; más allá de la fisiósfera, de la
biósfera y de la noósfera.
El cuerpo físico,
la vida biológica, pensamientos que se producen en la mente, emociones que
proceden de las sensaciones, instintos que emergen de estructuras cerebrales
remotas, son sólo componentes instrumentales del ser. No son el ser. Conocer
con el ser implica una liga importante. El aprender a ser trasciende todos los
otros aprendizajes. Por esto, la educación holista busca alcanzar la
integralidad que nos lleve al desarrollo de la conciencia espiritual y al amor
universal. Así aprendemos a ser.
El trabajo del Dr.
Gallegos cubre la parte del aprender a
ser no solamente con el libro que lleva
ese nombre. Gran parte de los diálogos
que ha sostenido con filósofos, psicólogos y estudiosos sobresaliente de
las diversas ciencias aborda este tema difícil.
Ya que al
trascender al ser la comunicación lingüística es insuficiente: “lo que se puede
decir al respecto fue dicho hace miles de años, sin embargo es necesario
volverlo a decir de vez en cuando bajo nuevas formas para recordar esas
verdades universales”. Pero también tiene presente “que lo más parecido a Dios
es el silencio”, “Amor como realidad educativa en Sabiduría, Amor y Compasión.
En lo personal
puedo decir que cada libro de Ramón Gallegos ha sido para mí una grata fuente
de conocimientos, de motivación para la adquisición de literatura sobre la
nueva ciencia, de análisis crítico al trabajo de educador que realizo, de
impulso hacia la revitalización de mi
existencia y de mis prácticas educativas, de orientación para mis relaciones
familiares, de luz en el camino hacia el Ser; de paz, alegría y satisfacción.
Mi visión se ha ampliado.
He leído gran
parte de sus libros. Cuando releo algún tema, siempre encuentro algo
nuevo, casi siempre me motiva a buscar
más información y con frecuencia me mueve a prácticas, a vivencias que me hacen
sentir bien a mí y a otras personas.
A pesar de que sus
contenidos son profundos y complejos, su lectura es accesible; a pesar del
soporte científico que en ellos se maneja y de los contactos personales que el
autor sostiene a través de sus diálogos con personalidades de reconocida
trayectoria científico – investigativa, se percibe sencillez en el autor.
Después de
haber leído, analizado y comentado los doce libros del Dr. Ramón Gallegos Nava que
dieron origen a este ensayo, la conclusión es indudable, el diálogo, la
atención plena, el Amor universal, el conocimiento del Ser, la Espiritualidad y
la Contemplación son los conceptos que deberán inspirar nuestras vidas.
José Arturo Tapia Barraza
Fundación Internacional
para la Educación Holista
Maestría en Educación
Holista
Guadalajara, Jal. México.
2012
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