Fundación Internacional
para la Educación Holista
Maestría en Educación Holista
Viviendo En El Amor De La Educación Holista
Irene
Zapata Silva
Fundación
Internacional para la Educación Holista
Guadalajara,
Jal. México. 2012
Tener la
oportunidad de cursar la Maestría en Educación Holista con el Dr. Ramón
gallegos Nava ha tenido gran relevancia para mí. En lo profesional me da ahora la oportunidad
de desempeñar mi trabajo desde otra perspectiva. Me he dado cuenta que ha incentivado y
activado mi creatividad, así como también ha mejorado la relación con mis
alumnos y compañeros de trabajo.
Estudiar Educación Holista ha incrementado mi deseo por compartir lo
aprendido, Podré tener ahora mejores oportunidades de trabajo e incluso,
generarlas yo misma a la luz de la Educación Holista.
Viví
experiencias profesionales inolvidables al participar tanto en el diálogo de
inauguración del “IV Congreso Mexicano de Educación Holista” como en el Panel
“Espiritualidad en los Negocios y Comunidades de Aprendizaje”, así como también
el haber participado como moderadora en el “XII Foro Mundial de Educación
Holista”.
Lo anterior ha
dejado en mí un gran sentido de triunfo y la seguridad de que podré llevar
a cabo cualquier actividad que al respecto me proponga y en cada una de esas actividades podré seguir
aprendiendo. Aprovecho la oportunidad para dar infinitas
gracias al Dr. Ramón Gallegos Nava por la confianza depositada en mí para
realizar éstos trabajos.
El mayor
significado que ha tenido esta Maestría es que me ha hecho una mujer feliz y libre. Feliz porque la felicidad esta en mí; libre
porque tenía mucho apego a generar pensamientos que me hacían sufrir. Hoy he logrado hacerme consciente de ello, lo
que se ha reflejado en un mayor control sobre ese tipo de pensamientos.
Las reuniones
de mayor significado dentro de la maestría fueron aquellas en las que sentí
contacto con mí ser interior:
1. En la primera sesión de Maestría, el tercer día de trabajo
tuvo gran significado ya que realizamos una meditación guiada que me llevó a
sentirme plena ya que me di cuenta de que soy mucho más que una simple
emoción. En esta sesión recuerdo que
lloré mucho, pero el llanto tenía relación con haberme dado cuenta que en mí
había mucha más fortaleza de la que me reconocía.
2. El Seminario de Espiritualidad: En él sentí una gran
conexión con mi ser interior por el tipo de dinámica que se llevó a cabo. Conocer el Noble Óctuple Sendero y las
características de la Espiritualidad tuvo gran relevancia en mi vida personal.
Dentro de este evento la visita al Bosque de los Colombos, la meditación que
ahí se realizó y la caminata por el bosque dejaron en mí un grato recuerdo.
3. La última sesión presencial aquí en San Luis Potosí. En ella pude ver que como grupo se logró
avanzar un paso adelante. No es quizá todo lo que podía hacerse, pero agradezco
que hallamos logrado al menos esto.
4. La sesión correspondiente al “V Congreso Mexicano de
Educación Holista”, la convivencia del grupo en general fue muy amena y dentro
de un marco de respeto y camaradería entre todos los 18 participantes que no
había sentido durante la Maestría. Por primera vez compartimos todos los
alimentos, viajamos juntos, bromeamos, bailamos, cantamos, nos tomamos fotografías,
Esto me deja satisfecha porque es una
esperanza para poder transmitir este conocimiento dentro del Instituto
Tecnológico. Me permito anexar algunas
fotos que reflejan la alegría que sentimos por haber tenido la dicha de vivir
esta Maestría.
Dentro de
estas reuniones importantes para mí, las dos primeras fueron de mucha más luz
espiritual que cualquier otra. De hecho
desde la primera sesión presencial, luego del tercer día, note que me sentía
diferente. Descubrí que las emociones
que hasta ese día había sentido no eran más grandes que mi afán por dejar atrás
todo aquello que me hacía sufrir.
Descubrí que sólo el tiempo presente es lo que debemos vivir, que ni el
pasado ni el futuro tenían razón de ser considerados. El pasado porque nos lleva a la depresión y
el futuro porque nos lleva a la angustia y a la preocupación.
Dentro del
Seminario de Espiritualidad pude darme cuenta que uno de los problemas más
frecuentes en mi vida era la relación
con los demás. Era demasiado intolerante
ante su forma de ser. Esta intolerancia
la manifestaba en mi trato y en la manera de comunicarme con ellos. La forma de comunicarme era demasiado
contaminada. Tal contaminación consistía
en formas de contestar agresivas, gestos y miradas de desagrado, críticas
severas y no participación en reuniones sociales. Por supuesto que yo me defendía de mí misma
diciendo que eran todos los demás los que estaban mal y no yo. Durante los días en los que se llevó a cabo
el Seminario y encontrándome en otra
ciudad sin mi familia, pude aceptar que la que actuaba mal era yo y algo más
creo haber encontrado la raíz de ello.
Esta Maestría
me ha dado la oportunidad de darme cuenta de la cantidad tan inmensa de caras
que tiene el ego en mí, porque no es “un
ego”, sino que son “muchos egos”.
Es como la cabeza de una medusa.
Mientras
escribo me doy cuenta que cada día que pasa es una oportunidad para poner
acción a cada uno de los apegos a los que se nos ha condicionado con la educación
que recibimos. Lo dice bien en Dr.
Gallegos “…no es suficiente ser buena
persona para aliviar el sufrimiento”, debemos ser conscientes de lo que
hacemos, decimos y pensamos
Me doy
cuenta que también en mi familia se han reflejado los resultados de este cambio. En la
relación con mi hija, Alejandra (Ale) y mi hijo, Carlos Antonio (Toño), el
diálogo es ahora la manera por la cual se arregla cualquier diferencia que
pueda existir.
La diversidad
de pensamiento y formas de ser ya no es un punto de discusión y disgusto. Hemos podido establecer un ambiente de amor y
armonía donde el respeto por los demás es primordial.
He dejado de
ser posesiva y querer saber todo de mis
hijos y mi pareja (Raúl). Esto era
también un problema ya que en mi afán de según yo querer demostrarles lo
importante que eran en mi vida, me la pasaba llamándoles por teléfono y apenas
llegaban a casa ya quería que me contarán lo que habían hecho, segundo a
segundo mientras no habíamos estado juntos.
No conforme
con todo esto cuando alguien les llamaba por teléfono o se encontraban a
alguien en la calle, en la plaza o dónde anduviéramos, inmediatamente los
cuestionaba ¿Quién te llamó? ¿Qué quería? ¿Por qué te llama? ¿Quién es? ¿De
donde lo conoces?, y muchas, muchas, preguntas más.
Con esta
actitud lo que hacía era generar disgusto en ellos porque sentían que los
invadía completamente y yo, pues sentía que me ocultaban muchas cosas y que no
confiaban en mí y por eso no respondían a mis cuestionamientos. Ambas partes sufríamos mucho.
Ahora esa
conducta ha cambiado. He dejado de
cuestionarlos y cuando ellos quieren contarme algo entonces escucho y doy mi punto de vista si me lo piden. Lo hice así porque me puse a pensar como me
gustaría que me trataran.
Cambiar las
conductas mencionadas me ha hecho sentir
libre. Al respecto de esa libertad que
ahora siento escribí lo siguiente:
Libre como ave
que surca los cielos
Así me siento
hoy.
Libre de
apegos que hacen sufrir.
Libertad añorada, este día alcanzada.
El camino se
presenta largo,
más sin
embargo no estoy sola,
mis hermanos
en espíritu
recorren el
mismo camino.
En el plano
profesional, la Maestría también ha dejado frutos. Este semestre que termina traté de trabajar
con mis grupos de manera holista. Digo
“traté” porque fue mi primera actividad formal de Educación Holista durante un
semestre. Luego de una vista atrás me doy cuenta que hay cosas que mejorar, pero en lo general quedo
satisfecha de lo que me animé a hacer.
Tengo varias
ideas de planes a futuro. Una de ellas
es difundir de una manera más formal la
Educación Holista, otra es la de formar un Comité Evaluador de las Empresas en
la Ciudad (que fue una idea aportada por el Dr. Ramón Gallegos), una más
seguirme preparando para poder cursar el Doctorado y otra más, terminar de
preparar las pinturas para una exposición acerca de las emociones humanas, que
constará de 15 obras en acuarela y las cuáles he tenido suspendidas durante los
últimos meses.
Viene a mi
mente lo siguiente:
Soy la brillante y resplandeciente presencia de Dios,
Sin limitación, sin tiempo ni edad,
Sin impureza y sin imperfección.
Soy Salud. Soy vida, soy armonía,
Soy abundancia, soy inteligencia
Soy paciencia, soy amor.
Soy uno con Dios,
Y uno con Dios es la Mayoría.
Gracias por todo lo que aprendí. Fue un verdadero placer conocerle.
Hermanos en Espíritu.
Irene
Zapata Silva
Fundación
Internacional para la Educación Holista
Guadalajara,
Jal. México. 2012
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